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ARTRITIS Y REUMATISMO TRATADO CON REIKI


"Hubo un hombre que estaba tan enfermo de artritis que estuvo en el hospital durante cinco meses, pero como no pudieron hacer nada por él finalmente lo mandaron de vuelta a su casa. Era un hombre muy grande, pesaba ciento veinte kilos, y cuando vino para tratarse lo acompañó un chofer que lo ayudó a caminar hasta mi casa. Cuando llegaron hasta los escalones, el hombre no podía levantar sus pies ni quince centímetros, entonces lo detuve y le dije: "Esto es imposible. Es muy difícil para usted siquiera levantar los pies quince centímetros, de modo que ¿cómo voy a subirlo a la camilla de tratamiento? Debe ir a su casa..." y cuando dije "casa", este gran hombre comenzó a llorar, entonces continué:

"No he terminado mi oración. Yo voy a ir con usted para darle tratamiento en su propia casa y de ese modo no tendremos que subirlo y bajarlo de las escaleras." A lo que él respondió: "Es usted muy amable, yo pensé que me había desahuciado."

Entonces fui a su casa y le di un tratamiento completo de Reiki. Me dijo que había estado sufriendo durante siete años y que estaba muy agradecido por tener nuevas esperanzas. Su esposa tenía lágrimas en los ojos también, porque quería ayudar y se mostraba muy cooperativa. Les prometí que iría diariamente durante un mes entero, y le aseguré a ella que si todo salía bien podría caminar sin dolor.

Ella era una muy buena ayudante por ser muy religiosa. No perdía ningún domingo de asistir a la iglesia, y yo le pregunté si su esposo también Iba, a lo que respondió: "No todas las veces, sólo si lo convenzo para alguna ocasión especial."Después de una semana de trabajo con los tratamientos empezó a cambiar. Comenzó su reacción y todo en él se avivó, incluso su circulación. Le dije que tomara jugo de limón con agua y que cambiara un poco su dieta. Podría comer pescado, pero menos carnes rojas; necesitaba más verduras frescas, especialmente apio y berro licuados. Me prometió que probaría todo lo que le sugería y esto hizo la tarea más fácil.

En la segunda semana había mejorado tanto que podía ponerse de pie y caminar por la casa. Continué con los tratamientos y en la tercera semana, apareció una mancha roja en su codo derecho. Esta mancha creció y creció y en cuatro días alcanzó la forma de un globo con líquido adentro. Estaba preocupado y me preguntó qué podía suceder, y yo le respondí que iba a tratarlo y a dejarlo en manos de Reiki.

Pocos días después mientras estaba tratando esta zona se reventó y comenzó a supurar. Yo había estado esperando que esto pasara, entonces tomé una sábana vieja que tenía cerca y cubrí el orificio mientras el líquido drenaba y drenaba. Junto con terrones blancos que parecían ricotta. Le expliqué que esto era el calcio que le causaba el dolor en sus articulaciones. Fue llevado a ese lugar para eliminarlo de su cuerpo, y era realmente un gran alivio poder estar libre de todas estas toxinas. Llevó unos pocos días para que el orificio se curara completamente, sin que el hombre sintiera ningún dolor.

Ahora podía caminar sin dificultades, por eso le pedí que fuera a ver al médico mientras el orificio estaba aún abierto para que le mostrara lo que había pasado. El médico se mostró muy complacido de ver esto y oír los progresos del paciente.

A fin de mes había perdido peso y caminaba sin absolutamente ningún dolor, entonces le dije: "Por favor, vístase usted mismo y camine, no cabalgue, con su esposa hasta la iglesia, y vaya directamente hasta el altar, y arrodíllese y ofrezca su gratitud a Dios por poder caminar nuevamente sin dolores." Él estuvo de acuerdo, y cuando comenzó a vestirse se encontró con que el traje le quedaba demasiado holgado, entonces buscó el que había llevado para su casamiento muchos años atrás y este le quedaba perfectamente.

No tuve que volver a ir a su casa para darle más tratamientos porque dijo que él iría hasta mi oficina una vez por semana. Pensé que vendría durante el resto del año, pero no lo hizo porque estaba muy ocupado jugando a la pelota, trepando cocoteros y pescando con sus hijos. No necesitó más Reiki.

Segmento extraído del libro: "Reiki, la historia de Hawayo Takata"

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